Pintura

Probemos las rosas de color castaño. Busquemos el vacío en cada pétalo y saborea entonces el dulce color de la sangre en cada espina. Colorea con tus dedos los espacios en blanco en esta tibia maqueta. No es tan bello el cielo rojo olvido que pinta la tarde negra. No encuentro la respuesta oculta en vuestra nueva pintura. No hallo la razón que sostiene el marco de nuestra existencia. Aunque parezcan pocas ramas en esta obra incierta, cubren con sus inmensas hojas el fondo que alguna vez tuvo color. 

Sed

Calma el silencio que llevo dentro, comienza a sentir los colores que se posan en tu espalda cuando oyes mi voz en tus cálidos suspiros. Cómo podré llegar a tus labios si entre el cielo y la tierra se esconde, se esconde tan maligno atardecer, unos meses no son suficientes cariño, he tardado años en esperar que aquel sol se esconda, aquel hijo que no debió abrir sus azules ojos, aquel sentimiento que abraza las nubes cuando tu no estás. 
Soy capáz de traer las flores, de colorear las lluvias, de enriquecer las sonrisas y fortalecer los vientos, pero no soy capáz de entender, qué significa sentir sed, ahogado en vuestro hermoso mar.  

Sonar


De la palabra suena un cantar de amaneceres
De los que contemplo cuando nadie de su sueño a despertado
Suenan de pronto las luces que vuelven oscuro el momento
Vuelan frente a mis ojos las luciérnagas, a veces todo vuela
Entonces me creo ciego, buscaría las respuestas
Las buscaría en mi memoria olvidada
A cierta hora el reloj toma sentido, son sus pequeños números
Y las lentas manecillas que avanzan sin parar
Te acompañaré a buscar el comienzo
Te acompañaré a buscar el infinito
Como si olvidara quién soy, como si volviese a caer
En aquellos terrenales vacíos de rosa y fucsia
Todo se queda siempre en tu mirada, todo queda en medio
El tiempo para y las oscuras pupilas tornan el color de nuestras vidas

Algo cambia en ti, algo cambió en ti, algo nunca cambiará de mi.

Cosmos


Escucha el eco de tus miradas, como si hubiese sido ayer tu cálido golpe en mi pecho. El vacío siempre embriagará la soledad, la compañía eterna en un fuego mal prendido, un engaño a medianoche, un silbido en el olvido de nuestra noche eterna. Siento como auras el calor del abrazo interno, el que no me deja ni en momentos. Siento así como pasan las calles anchas, dejando mis brazos libres de un abrazo falso, entonces siempre vuelvo atrás por la calle más angosta, la que esconde las oscuras costas, de mar grandioso, el qué refleja mi desesperanza. Entonces siempre escondo en la arena los miedos de mi niñez sin culpa, los escondo.

Hoy se caen frente a mis ojos las caricias de mi encanto, se caen a mis espaldas las historias y mi fe, se caen como esferas, mientras rueda mi mente en blanco. El sufrimiento cabalga hasta llegar a un fin, como si fuese la pasión su adversario, ambas siguen cayendo esta noche, arrastrando mi cuerpo enamorado de su nostalgia, caen y seguirán cayendo, pues buscarán el equilibrio en un cosmos jamás sensato. 

Metamorfosis

Jamás oí ¡Detente allí!
Y nunca analicé las consecuencias de los malos actos,
porque bastaba con mirar a mi alrededor. 
Jamás encontré que algo fuera totalmente hermoso
porque siempre necesité algo para sentir el equilibrio. 
Podría escribir todo lo que necesité para justificar lo que ahora soy.

Siempre logré lo que me propuse, 
A pesar de que fuesen malos mis pensamientos.
Bastaba cerrar los ojos y oír mi interior.
Siempre llevé conmigo lo único que siempre he tenido,
porque nunca necesité de alguien para sanar mis heridas.
Podría escribir todo lo que tengo para justificar lo que ahora soy.

Puedes pararte frente a mi y decir que ya no soy el mismo de antes,
Puedes también deslizar tus labios y ver como recuerdo lo que fui
con una espina más entre mis manos.
Puedes dejar que yo comprenda que soy un idiota al perder lo que jamás tuve,
puedes también creer que no me duele escucharte
con una lágrima en vuestros ojos.
Tienes derecho a creer y yo a errar.

Desde aquí


Desde lo alto se desprenden los cabellos claros
Aquellos que danzan como plumas en el aire
De qué están hechas vuestras manos
Que no alcanzan a salvaguardar mi alma
Desde mi terrenal vacío observo el infinito
Como se esfuman las nubes blancas
Como se desvanecen los delirios, entre los rayos de la esperanza
La energía de suspiros de esos rayos ciegos
Que acariciaron mis tardes atestadas  
Desde aquí todo se escapa a la fortuna de mis sueños  
Quienes riñen con lo tangible de mis palabras
Puedo observar como todo cae frente a mí
Mientras el rocío humedece la confusa mirada
Creo en el plumaje de aquel anhelo  
Que no cae ni decepciona
Creo en lo que queda en vuestras manos
Colmadas de historias abandonadas.

Mis labios se tornan sal y arena
Cada día en ausencia de tu mirada. 

Fragile comme un biscuit.



Tengo esa fascinación por las carreteras y los atardeceres.

Fuesen largas alas mis anhelos de contemplar contigo.
Fuesen mis ojos anchos lagos desnudos, de vapor crepúsculo.
Tengo ese temor a la velocidad y a las noches frías.
Quisiera encontrar en cada calle un fragmento de esta historia
A medida que avanzo siento la brisa de la esperanza y la ilusión.
Son ocasos completos, de aquella madera verde añeja
Que refleja cuán grande me siento hoy. Cuan pequeño me siento a veces.
Hay 24 partes en un día que me separan de ti.


La búsqueda


Hoy quise volar mientras veía los automóviles recorrer mis ojos con sus luces de colores
No muy lejos del suelo caían cascadas de luciérnagas y miles de estrellas más arriba
No reconocí ni mi vida, ni el momento en que no te vi
No sé en realidad que pueda encontrar en un paraíso de soledad
 Que solo me entregue tranquilidad cuándo necesite gritar
Aunque no pueda, aunque no lo haga, aunque no lo sepas
Hoy quise correr mientras me admiraba la nostalgia, desde aquellas esquinas oscuras
No tan cerca de mi corazón hay un sentimiento, si tan solo pudiese describirlo
No encontré palabra ni la busqué, solo sentí un vacío injusto, injustificado
Quisiera no sentirme así.
No entiendo qué pasa con mi vida, solo me siento bien cuándo estoy fuera
Cuándo dejo escapar los nudos en la noche caminante, en la noche intimidante
Son los ruidos que me llevan lejos de aquí, es el frío que me hace temblar
Es lo desconocido que me demuestra lo frágil que aún me encuentro
Son los alientos después del mar que sellan mi aquel pesar.