Riego al suelo vacío

A veces cuando cae la mañana
Nadie aprecia que tan abrazadora es
Aquella brisa que rodea los pasos, que rodea tus hombros
Quién humedece tus labios
Siendo parte de tu alma una brisa que llora
Por ser más que una rutina diaria, que orienta un astro a los suelos
De esta multitud que no muestra preocupación
Nada será aquella brisa enamorada
Si no están tus ojos, tus bellos ojos
Derramando lágrimas de sacrificios
Plantando en cada esquina
Una flor, una hermosa flor
Que no tuviese otro motivo que ser una hija más
De esta bella mañana que embarga los patios vacíos
De madres sin hijos, de amantes sin amor, de humanos sin calor
Pretendiendo regar todas las mañanas
Una vida tan vacía, como tu alma en estos momentos
Quién ciego de nada, nubla los pasos
Desgarrando los pétalos de mi propia vida...