Horas

Para, ahora se consume (…)
De entre mis labios se agota
Una gota, calmada
Apasionada de ganas
Adolorida, es sincera pasión de mi corazón
Calma, será humo de tus ojos
Irritando las alas de el romanticismo
Declarado, ya marcado
En cada mañana
En cada noche esperada
Vidrios mojados
Sudando de fulgor a flor de piel
Marchitando cada gota, entre mi pecho
Dolor, temor y algo de inocencia
No queda tiempo (…)
Sesenta miradas, en sesenta temporadas
De nuestra primavera olvidada
Marcando la diferencia, como de una flor su maldita apariencia
De la consumida de frialdad, aún acogiendo mis temores
Consolando entre sus pétalos, mi agonía
Despertando, en cualquier sitio
Viendo quemar mis ojos
La luz bendita, de cada regresar
Pensando, sudado, sediento
Cayendo a la nueva sociedad
Ya advertida de mis anhelos
Sorprendiendo a la multitud, desde
Hasta el camino a mi habitación
Y aún así pensando, no tomando en cuenta el calor, ni el amor de algunos
Sólo quiero comer, alimentar mi fortaleza
Listo para volver a partir, para ser victima de aquella gota…

0 los que comentan: