Una piedra en mi mano dormito
Con tierras de dolor, de mi alma se limpió
Se refugió en mi cuerpo
Y no sabré que encontró jamás
Descansó mientras yo miraba
Atento si de mis manos resbalaba
Algo de polvo, algo de vida
Aunque inaudito fuese
Entre mil flores estuvo
Mil pétalos sus almohadas fueron
Aroma a flores traía consigo
Sólo aroma
Rígida como el suelo
Parte de su fundamento y existencia
De alma soñadora vive
Y de cariños quien sabrá
Entre mis ojos una luz se monta
Invasiva y desafiante
Que de la roca expulsa
De aires pulida, de sabidurías exploradas
No será jamás
Una piedra común
Aunque en mi alma aun quede
Algún rastro de arena y olvido
Aunque de el arenal recoja
Antiguas pisadas
Aunque el camino se vea borroso
Y el destino solo calle.
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