Porque callo mi silencio, para escuchar tu corazón
Un silencio bendito, escondido entre tu pecho
He aquí donde supongo ser feliz
Que emano tristeza camuflada de bellezas
Piedras preciosas, diamantes y tus ojos
Porque miro a través de tus cristalinos
Amarillentos de cansancio
Y rojizos de pasión
Quizás infinita, quizás momentánea
Porque trato de no existir
Solo vivir y compartir de una forma sutil
Pequeños momentos junto a ti
A veces observo el pelo colorido de mi madre
Los ojos oscuros en el espejo
La piel radiante de tus mejillas
Y pregunto al cielo
Cuando será el día en que ese pelo caiga
Que tus ojos y los míos se apaguen
Y poco a poco la piel envejezca...
Aunque no queramos
Hoy no quiero pensar en ello
Ni siquiera sé porque escribo esto
Pero siento ser feliz
Y no lo dudaré ante nuestro cariño sin nombre...